... y unos singles y extended play -45 r.p.m.- de sus cantantes favoritos.
Mariló sueña con un gran amor, un chico como Adamo o Raphael que la pasee por el mundo, la lleve a las playas de Torremolinos o a esquiar a St. Moritz, le regales vestidos rojos de Chanel y zapatos de Cenicienta para salir del blanco y negro. Ese blanco y negro de su televisor en el que, una y otra vez, las caras de actores españoles se prestan en Escala en Hifi a dar forma a las voces de esos artistas internacionales que triunfan tan cerca y, a la vez, tan lejos.
Mariló se ve con minifalda ante el espejo y piensa y dice en voz alta que es una chica moderna, como Marisol, a la que la música de sus padres le cae como un luto. Mariló adora la radio y esos programas como Rueda la Bola en las que los aprendices de cantantes hacen sus pinitos. Mariló sueña ella misma con ser una de esas cantantes y ser, no Reina por un día, sino por muchos días, como Gelu o Monna Bell o esa chica tan graciosa, Concha Velasco.
Mariló es fardona, es pop, es yeyé y, además no sabe, que en el futuro alguien ha inventado una máquina del tiempo para traerla a ella y a sus canciones preferidas hasta el lejano siglo XXI, una época en la que, no sólo el mundo no se ha acabado, sino que además vive con rabiosas ganas de que alguien le pinte una sonrisa de colores y de bonitos sonidos.
Mariló está preparada. El milagro está a punto de producirse. Atenta, España del 2012. Porque aquí llega…
¡¡¡MARILÓ YEYÉ!!!
La música ye yé...
...tuvo gran impacto en los años 60, en Europa y en Estados Unidos, llegando incluso hasta Latino AméricaLos principales exponentes de este estilo fueron chicas adolescentes de aspecto inocente e ingenuo que triunfaban, generalmente a la sombra, de algún productor, con canciones influidas por el soul, el rhythm & blues y el pop. Lo yeyé cantaba a temas directos, bien conocidos y con cierta dosis de sexualidad.
France Gal, Silvie Vartan, Sheila, Rita Pavone o Concha Velasco, Marisol, Massiel o Karina, Gelu, en España, dejaron buenas muestras de este estilo, que tardó en llegar a España, pero que luego se prolongó en nuestro país más que en otros. La influencia de "lo ye yé" ha estado siempre presente en la música española y ha llegado hasta la actualidad reencarnada en grupos como "La Casa Azul", "Les Très Bien Ensemble" o "Cola Jet Set" en España; "The Pipettes" o "Belle and Sebastian" en el Reino Unido, o, "April March", quien ha hecho varias versiones de la primera France Gall, en Estados Unidos.
MARILÓ YEYÉ recogió la esencia de esta época y se impregnó de ella llegando a crear un personaje que va mucho más allá que una afición. Forma parte de una raza urbana, es una chica ye yé, en su forma de vestir, en su forma de percibir la música, a la hora de elegir el mobiliario o el paisaje plástico de su vida y en su forma de vivir. De la misma manera que "Martirio" o "El Chaval de la Peca" hicieron años atrás.
Cuando empezamos a trabajar lo vi claro. Su proyecto, su personaje, sus posibilidades en el mercado, sobre todo en el de la música en directo. ¿A quién no le apetece una fiesta ye yé, divertirse bailando y cantando aquellas canciones que formaron parte de la b.s.o. de nuestra niñez? ¿A cuántas fiestas, discotecas, cumpleaños, eventos, fiestas populares, no les apetecerá un poco de oldies bañados de la liturgia de lo ye yé?
Pero no se trataba de hacer "covers" sin más. Había que coger las grandes canciones de la época, conservar el espíritu de su sonido y versionarlas desde parámetros presentes en la actualidad musical más vanguardista. Ese espíritu que observamos en los discos de la genial y malograda Amy Winehouse o de Duffy, entre otros artistas internacionales. El disco no solo se aguanta perfectamente, sino que se hace corto, muy corto. Yo le he llevado unas semanas en el coche para escucharlo desde la distancia, olvidándome de que soy el productor, y se hace muy, muy corto. Estupendo para una fiesta, pera rememorar un guateque en casa y para cantar mientras conducimos en medio de un atasco. Espléndidos los arreglos de Miguel Ángel Collado y divina Mariló, reinando y disfrutando su personaje.
Aquí os dejamos una herramienta para luchar contra la tristeza que a veces dibujan en nuestra cara los difíciles tiempos en los que vivimos. Yo os puedo asegurar que me he divertido mucho trabajando con Mariló y que me parece que su propuesta tendrá un gran impacto en el día a día de la calle, de la música que disfrutamos y que habita en el barro.